7.11.11

Poema Zen

x
El verdadero Camino,
la esencia del Camino, no es difícil,
pero no debemos odiar o dejar de amar.

Si no odiamos y no dejamos de amar,

el Camino aparece claramente,
como la entrada de una cueva
en la ladera de la montaña.

Si se crea una diferencia del grosor de un átomo, ya es una distancia infinita que separa el cielo de la tierra.

Para despertar aquí y ahora, hemos de liberarnos de lo verdadero y de lo falso.

Cuando lo verdadero y lo falso combaten,

el espíritu esta enfermo.

Si desconocemos la profundidad del origen, la conciencia se agota.

El verdadero Camino es como el cosmos infinito, nada le falta y nada le es superfluo

Si dependemos de la ganancia o de la pérdida

no somos libres.

No corramos tras los fenómenos,

no nos entretengamos sobre el vacío.

Si nuestro espíritu se mantiene tranquilo, en calma,

en su condición original, se desvanece naturalmente, espontáneamente, como en el sueño.

Shin Jin Mei. Maestro Sozan. Año 606 D.C.

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