predicador preeminente
Sariputra impresionado.
Debido a su gran elocuencia, Purnamaitrayaniputra – generalmente, llamado simplemente Purna – fue respetado como predicador preeminente entre los discípulos de Sakyamuni. Nacido en un pueblo Brahman cerca de Kapilavastu (en el moderno Nepal), emplazamiento del palacio real de Sakyamuni, Purna provenía de una familia noble. Innatamente sabio, también fue diligente y, con 29 compañeros excepcionales, se crió como un fino Brahman. Pero su gran diligencia estimuló tánto su deseo de auto-mejora que renunció a la vida secular para seguir la vida religiosa. Se citan varias causas inmediatas. Se ha dicho que los celos por una mujer hicieron que abandonara la vida secular. Otras versiones de la historia afirman que la razón fue que o bien perdió en un debate con Sakyamuni o bien fue debido al reconocimiento de su propia inmadurez.
Purna siguió siendo diligente después de convertirse en uno de los discípulos de Sakyamuni y, manifestando sus poderes superiores de comprensión, alcanzó pronto la iluminación. Después de ello, fue celebrado entre los otros monjes por mantener las enseñanzas y la seria entrega.
Su reputación llegó a Sakyamuni. Una vez, durante la estación de lluvias de tres meses cuando los monjes no mendigaban sino que permanecían en sus templos estudiando, un grupo de compatriotas de Purna se reunió ante Sakyamuni, quien les preguntó a quién respetaban más de entre los monjes de su distrito natal. Todos a una dijeron Purna. Uno de ellos añadió, “El venerable Purna es diligente. Su ascetismo hace que sea un modelo para otros, y explica la importancia de lo que hace.”
Sariputra, que estaba presente, estuvo tan impresionado por la historia de esta maravillosa personalidad que, al acabar la época de lluvias, visitó a Purna. Después de haber pronunciado palabras de elogio, Sariputra preguntó qué es lo más importante para alcanzar la iluminación. Purna respondió, “Mantener los preceptos y apartarse de la ilusión en sí no es suficiente. En la disciplina, todo es importante. Por ejemplo…” Prosiguió para contar el siguiente incidente.
“Una vez, cuando el Rey Pasenadi de Kosala tuvo que realizar un viaje de negocios urgente a cierto lugar lejano, tenía siete carros preparados y, montando en ellos haciendo relevos, hizo el largo viaje en tan solo un día. Del mismo modo que el rey confió en los siete carros para alcanzar su meta, yo confié en todas las enseñanzas para obtener la iluminación.
La importancia de la perseverancia y tolerancia.
La elocuencia por la que Purna era conocido era más que mera labia. Sus palabras convencían porque él mismo se entrenaba asiduamente para servir como modelo, y puesto que éstas estaban impregnadas de la perseverancia y tolerancia enseñadas por Sakyamuni. Esto es muy evidente en la última conversación que ambos mantuvieron.
Una tarde, Purna se levantó de la meditación y fue a decirle a Sakyamuni que estaba a punto de emprender un viaje. Sakyamuni le dijo que se disciplinara y que evitara la confusión causada por la información recibida a través de los sentidos – vista, oído, olfato, gusto, tacto, e intelecto. Luego, le preguntó adónde iba.
“Pues bien, Purna. Ahora que te he instruido con una breve enseñanza, ¿en qué país vas a vivir?”
“Señor, hay un país llamado Sunaparanta. Voy a vivir ahí.”
“Purna, la gente de Sunaparanta es feroz. Son rudos. Si te insultan y ridiculizan, ¿qué pensarás?”
“… Pensaré, 'Esta gente de Sunaparanta es civilizada, muy civilizada, puesto que no me pega con un terrón.'…”
“¿Pero si te pegan con un terrón…?”
“… Pensaré, 'Esta gente de Sunaparanta es civilizada, muy civilizada, puesto que no me pega con un palo.' …”
“¿Pero si te pegan con un palo…?”
“… Pensaré, 'Esta gente de Sunaparanta es civilizada, muy civilizada, puesto que no me clava un cuchillo.' …”
“¿Pero si te clavan un cuchillo…?”
“… Pensaré, 'Esta gente de Sunaparanta es civilizada, muy civilizada, puesto que no me quita la vida con un cuchillo afilado.' …”
“¿Pero si te quita la vida con un cuchillo afilado…?”
“Si me quita la vida con un cuchillo afilado, pensaré, 'Hay discípulos del Bendito que – horrorizados, humillados, y asqueados por el cuerpo y la vida – han buscado un asesino, pero aquí he encontrado a mi asesino sin buscarlo.'”
“Bien, Purna, muy bien. Teniendo tal calma y auto-control estás preparado para permanecer entre la gente de Sunaparanta. Ahora es hora de que hagas lo que creas conveniente.”
Entusiasmo en un nuevo lugar
En el país de los Sunaparantanos, Purna construyó muchos templos y, mediante la apasionada labor misionaria, ganó muchos discípulos y creyentes que le bendecían. Se dice que durante los períodos de estudio de la estación de lluvias, enseñaba a cerca de 1.000 laicos de ambos sexos. Prosiguiendo con su propia auto-disciplina, en última instancia adquirió habilidades sobrehumanas. Finalmente, para pena de muchos, murió silenciosamente.
La noticia de su muerte llegó inmediatamente a Sakyamuni en un lugar distante. A los monjes que se reunieron para preguntarle sobre la vida y el futuro de Purna, Sakyamuni respondió, “Purna ha alcanzado el Nirvana. Era realmente sabio y nunca me incordió con preguntas. Monjes, también vosotros deberíais vivir para practicar seriamente las enseñanzas del Buda, tal como hizo él.”
Tomándose a pecho las palabras de Sakyamuni, los monjes se dedicaron de nuevo a la diligencia. Y el espíritu de perseverancia y tolerancia representado por Purna ha seguido vivo en las mentes de muchas generaciones posteriores.