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El Dhammapada es una de las mejores obras de la literatura Budista, su estilo pedagógico y literario sigue el ejemplo de "las bellas letras" de la cultura Kavya en India que han sido utilizadas para enseñar acerca de los misterios de vida y ofrecer consuelo a quien las escucha. El conjunto de enseñanzas en el Dhammapada tomó forma en la Segunda Asamblea Budista que se celebro alrededor de los años 377 antes de la era cristiana. Está compuesta por comentarios y enseñanzas morales que han formado la idea principal entre las antiguas religiones del mundo con el propósito de tratar de explicar la filosofía del universo espiritual, y proveer a quien las comprende con los principios morales que los guiarán en el transcurso de su vida.
Con el título honorífico de El Buda se refiere a Siddhartha Gautama que fue un pricipe nacido en el siglo seis antes de la era cristiana. Su padre el rey Suddhodana le otorgo la mejor educación que podría darse a una persona de su linaje, sin embargo a la edad de 29 años, decepcionado con los significados de su vida renunció al trono que le ofrecía su padre y se dedicó a la búsqueda por obtener la respuesta del propósito en vida del ser humano, y fue al final de seis años de continuo meditar y contemplar los propósitos de la vida que mientras se encontraba en profunda contemplación, así fue que obtuvo un entendimiento y la realización de la verdadera naturaleza del ser, y declamó su poema de triunfo el que dice:
"A través de muchas creaciones he errado en la ilusión de los sentidos, buscando, pero no encontrando, al constructor de la casa. El recaer en ilusión día tras día crea sufrimiento total. ¡Oh, constructor de la casa! Ahora te he percibido. No volverás a reconstruir esta casa. Todas las vigas han sido quebradas. He aniquilado el soporte central. Mi mente ha alcanzado libertad de lo condicionado. Habiéndolo alcanzado, representa el fin del apego".
A continuación y durante 45 años viajo a través del norte de la India proclamando la verdad que encontró y fundo una orden que ha continuado diseminando su mensaje.
La historia es escrita por quienes le sobreviven en la misma forma, desafortunadamente, que los libros principales de todas religiones en el mundo, no han sido escritos por los mismos mesías sino que por sus devotos discípulos quien en todo momento han sido de magnifica sabiduría pero algunas veces mal dirigidos por sus propios intereses. Sabiduría es el comprender que Libertad es uno de los estados eminentes del ser y al mismo tiempo uno de los mas difícil de sobrellevar para quien lo posee, pero es solamente cuando se obtiene Libertad que podemos comprender los valores e implicaciones de aquella justicia que recompensa con una cornucopia de felicidad para aquellos que obedecen el sistema y sufrimiento eterno al que no lo es.
Previamente al tiempo en que El Buda naciera, ya la clase social sacerdotal de los Brahmanes se había convertido en una clase dominante usando la religión como apoyo, y desde esos tiempos se ha desarrollado el uso del complejo de culpa usando para ello el Karma dando así recompensas a los que obedecen y conforman con las reglas y para aquellos que se rebelan y se atreven a preguntar del sistema se creo el Infierno. Sublime son las revelaciones del Buda y una de ellas dice:
"Yo todo lo he dominado, todo lo conozco. De todo me he desapegado. A todo he renunciado. He destruido totalmente toda avidez. Habiendo comprendido todo por mí mismo, ¿a quién llamaré mi maestro? "
Sigamos en los pasos de sus palabras sabias:
Con el título honorífico de El Buda se refiere a Siddhartha Gautama que fue un pricipe nacido en el siglo seis antes de la era cristiana. Su padre el rey Suddhodana le otorgo la mejor educación que podría darse a una persona de su linaje, sin embargo a la edad de 29 años, decepcionado con los significados de su vida renunció al trono que le ofrecía su padre y se dedicó a la búsqueda por obtener la respuesta del propósito en vida del ser humano, y fue al final de seis años de continuo meditar y contemplar los propósitos de la vida que mientras se encontraba en profunda contemplación, así fue que obtuvo un entendimiento y la realización de la verdadera naturaleza del ser, y declamó su poema de triunfo el que dice:
"A través de muchas creaciones he errado en la ilusión de los sentidos, buscando, pero no encontrando, al constructor de la casa. El recaer en ilusión día tras día crea sufrimiento total. ¡Oh, constructor de la casa! Ahora te he percibido. No volverás a reconstruir esta casa. Todas las vigas han sido quebradas. He aniquilado el soporte central. Mi mente ha alcanzado libertad de lo condicionado. Habiéndolo alcanzado, representa el fin del apego".
A continuación y durante 45 años viajo a través del norte de la India proclamando la verdad que encontró y fundo una orden que ha continuado diseminando su mensaje.
La historia es escrita por quienes le sobreviven en la misma forma, desafortunadamente, que los libros principales de todas religiones en el mundo, no han sido escritos por los mismos mesías sino que por sus devotos discípulos quien en todo momento han sido de magnifica sabiduría pero algunas veces mal dirigidos por sus propios intereses. Sabiduría es el comprender que Libertad es uno de los estados eminentes del ser y al mismo tiempo uno de los mas difícil de sobrellevar para quien lo posee, pero es solamente cuando se obtiene Libertad que podemos comprender los valores e implicaciones de aquella justicia que recompensa con una cornucopia de felicidad para aquellos que obedecen el sistema y sufrimiento eterno al que no lo es.
Previamente al tiempo en que El Buda naciera, ya la clase social sacerdotal de los Brahmanes se había convertido en una clase dominante usando la religión como apoyo, y desde esos tiempos se ha desarrollado el uso del complejo de culpa usando para ello el Karma dando así recompensas a los que obedecen y conforman con las reglas y para aquellos que se rebelan y se atreven a preguntar del sistema se creo el Infierno. Sublime son las revelaciones del Buda y una de ellas dice:
"Yo todo lo he dominado, todo lo conozco. De todo me he desapegado. A todo he renunciado. He destruido totalmente toda avidez. Habiendo comprendido todo por mí mismo, ¿a quién llamaré mi maestro? "
Sigamos en los pasos de sus palabras sabias: