21.2.09

Sutra de las ocho realizaciones

de los Grandes Seres
o
Siendo discípulos de Buda,
deberíamos recitar y meditar con todo nuestro corazón,
día y noche, las ocho realizaciones de los grandes seres.

(C)

La primera realización es la toma de conciencia de la impermanencia de la vida. Todo régimen político está sujeto a la decadencia. Todo el que está compuesto de los cuatro elementos (tierra, agua, aire y fuego) está vacío y causa sufrimiento. Estamos constituidos por cinco agregados y no tenemos un ello/yo separado. En un proceso continuo de cambio entre el nacimiento y la muerte, todo es ilusorio y no tenemos soberanía sobre nosotros mismos. Al mismo tiempo, nuestro espíritu es la fuente que genera nuestros malos actos y nuestro cuerpo, el lugar donde se acumulan todas las faltas y errores. Meditando sobre estos hechos, podemos liberarnos progresivamente del ciclo de nacimiento y muerte.
(C)

La segunda realización es la toma de conciencia de que cuanto más se desea más se sufre. Todas las miserias de la vida cotidiana provienen de la avidez. Aquellos que tienen pocos deseos dominan la situación. Cuerpos y espíritus relajados, están libres de toda traba.
(C)

La tercera realización es la toma de conciencia de que, jamás satisfecho, nuestro corazón está siempre en busca de popularidad, lo que implica un incremento de errores. Los bodhisattvas, por el contrario, conservan constantemente en el espíritu el principio de la felicidad en la sobriedad. Ellos viven apaciblemente en la simplicidad para practicar la vía y consideran la realización de la comprensión perfecta como su única vocación.
(C)

La cuarta realización es la toma de conciencia de que el hábito de la pereza nos precipita en el pozo de los fracasos. Por esta razón, deberíamos practicar diligentemente para vencer las aflicciones, conquistar los cuatro Mara y liberarnos de la prisión de los cinco agregados y de los tres mundos.
(C)

La quinta realización es la toma de conciencia de que la ignorancia nos aprisiona en el ciclo de nacimientos y muertes. Como consecuencia, los bodhisattvas no olvidan jamás que tienen que aprender sin cesar, adquirir conocimientos, desarrollar la visión profunda y la elocuencia para ayudar y conducir a todo el mundo a la gran felicidad última.
(C)

La sexta realización es la toma de conciencia de que la pobreza y el sufrimiento engendran odio y rencor, lo que crea aún más semillas nefastas. Los bodhisattvas son conscientes y practican parti-cularmente la generosidad. Ellos consideran iguales a todos los que les aman y les odian, olvidando todo el mal que los otros les han hecho y no rechazan a los que han causado mal a otros.
(C)

La séptima realización es la toma de conciencia de que las cinco categorías de deseos: dinero, sexo, fama, la buena comida y el abuso del sueño, son fuente de errores y catástrofes. A pesar de que el monje o la monja viven en el mundo, no se dejan impregnar por los placeres del mundo. Contemplan a menudo que poseen únicamente tres trajes y un cuenco, que no son más que los instrumentos del Dharma. Su voto monástico es llevar una vida pura, justa y noble, exenta de deseos para practicar la Vía y comportarse ante todos con bondad y compasión.
(C)

La octava realización es la toma de conciencia de que el fuego del nacimiento y de la muerte causa estragos y que causa por doquier sufrimientos infinitos. Por ello, deberíamos generar el espíritu del Mahayana, hacer el voto de ayudar a todos los seres, de sufrir infinitamente en su lugar para que alcancen la gran felicidad última.
(C)

oooEstas ocho realizaciones son el fruto de la práctica los grandes seres, de los Despiertos y de los bodhisattvas que han practicado con diligencia la Vía de la Compasión y de la Comprensión. Han navegado a bordo de la nave del Cuerpo del Dharma hasta la orilla del Nirvana. Cuando regresan al mundo de nacimientos y muertes para guiar a todos los seres hacia la liberación, utilizan estas ocho realizaciones para abrir una puerta, mostrar el camino a todos los seres, ayudarles a comprender el sufrimiento causado por el nacimiento y la muerte y a abandonar los cinco deseos y dirigirse finalmente hacia la Noble Vía.

oooSi los discípulos de Buda recitan regularmente estas ocho realizaciones, pondrán fin cada vez a innumerables errores, progresarán hacia el Despertar, alcanzarán la comprensión perfecta, dejarán tras de sí y para siempre el nacimiento y la muerte y vivirán por siempre en la paz y la felicidad.
(C C)




 
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