En nuestro centro de práctica utilizamos diferentes técnicas o ejercicios de imaginería zen para cultivar la atención plena durante los periodos de meditación. Durante cientos de años, han servido para ayudar a los practicantes a estar atentos en el momento presente, que es el único instante del que podemos estar totalmente seguros de que estamos vivos, en el aquí y ahora. Por lo tanto, estos ejercicios pueden definirse como un entrenamiento que nos va a ayudar para estar preparados para jugar el gran partido, es decir, para la vida cotidiana, en cada uno de nuestros actos. No debemos de tomarlos como un exámen del que tenemos que sacar una buena puntuación para aprobarlo, sino más bien, debemos de sentirlo como un propósito personal para ir mejorando poco a poco en nuestra interdependencia con todos los seres y nuestro planeta y vivir plenamente la vida para sentirnos cada día un poco más felices.